domingo, 16 de noviembre de 2025

‎La Carretera Trasandina: Una Épica Vial que Reconfiguró la Geografía Humana de Carache y Trujillo

 

‎Una Épica Vial que Reconfiguró la Geografía Humana de Carache y Trujillo

‎Por: Carlos Rodríguez Arrieche Cronista Municipal de Carache

‎El centenario de la Carretera Trasandina (Troncal 7) no es solo el recuerdo de una obra de ingeniería; es la crónica de la transformación social, económica y geográfica del estado Trujillo, con el municipio Carache como un epicentro vital. Antes de su trazado, la comunicación era una odisea de aislamiento, sujeta al lento y costoso Camino Real que, al marginar a Carache del flujo principal, sofocaba la salida de rubros esenciales como el café, la papa y la caña de azúcar. Este aislamiento no solo frenaba el comercio, sino que cimentó una controversia inicial, donde notables locales temían que la modernidad automotriz trajera consigo los "vicios de las ciudades" a sus "vidas apacibles".

‎Sin embargo, la visión centralista del Gobierno de Juan Vicente Gómez selló el destino. El decreto de 1924 para la reconstrucción de la carretera desde 'Agua de Obispos' hasta Valera, con el fin de empalmarla con la Gran Carretera Trasandina, fue la orden de partida para una proeza técnica que debía garantizar una "digna entrada" a la obra mayor. Esta decisión política es el punto de inflexión que eleva a la Trasandina a la categoría de Patrimonio Histórico y de Ingeniería para la región


‎ La Trasandina, Cien Años Abriendo Carache

‎Carache, en la serranía trujillana, es un territorio forjado entre el polvo de viejos caminos de recuas y el asfalto que impuso la modernidad. Celebrar el centenario de la Carretera Trasandina (Troncal 7) es sumergirse en la crónica de cómo una decisión política y una épica de ingeniería transformaron un destino marcado por el aislamiento. Antes de 1925, la vitalidad agrícola de la zona —su café, su papa— languidecía, atrapada por la lentitud del viejo Camino Real, que la dejaba fuera del paso obligado hacia Trujillo.

‎Este artículo, a través de la memoria y el dato histórico, desvela cómo el Gobierno de Juan Vicente Gómez dictó, en 1924, la orden que convertiría a la serranía en el punto de partida de una nueva geografía. Desde la resistencia inicial de algunos notables que temían la llegada de los "vicios de las ciudades," hasta la audacia de los ingenieros y la mano de obra forzada, exploraremos el épico tramo entre El Trentino y el Puente Gómez. Revelaremos no solo el avance técnico, sino también el nacimiento de un nuevo eje comercial y social que cimentó comunidades como Casa de Zinc. Pero, sobre todo, honraremos la memoria del costo humano de esta modernización, simbolizado en el heroísmo trágico de la Piedra del Preso. La Trasandina no fue solo una vía; fue la arteria que redefinió el sistema agrícola y el patrimonio vital de Carache.


‎I. El Aislamiento, la Confrontación y la Decisión de Gómez (Contexto Original)

‎"Antes de 1925, la comunicación de Carache con el resto de Venezuela, particularmente con la capital del estado, era una verdadera odisea. Nuestra conexión vital se basaba en el viejo Camino Real, la ruta de recuas que venía desde El Tocuyo y Lara, dejando a Carache fuera del paso obligado hacia Trujillo. El costo de ese aislamiento era la lentitud comercial y la dificultad para sacar el café, la papa y nuestros rubros. Y justo por eso, cuando se decreta la Trasandina, nace la controversia. Cuentan que algunos notables se opusieron con la creencia de que los automóviles solo traerían los 'vicios de las ciudades' y perturbarían la 'vida apacible' de nuestros pueblos.


‎Sin embargo, el destino ya estaba sellado. En mayo de 1924, el Gobierno de Juan Vicente Gómez ya había dispuesto la reconstrucción de la carretera Central del Estado, desde la quebrada de 'Agua de Obispos' hasta Valera, para empalmarla con la Gran Carretera Trasandina y que sirviera de 'digna entrada' a la obra. Este decreto de 1924 fue la orden de partida para un proceso que transformaría nuestra serranía."


‎II. La Ingeniería del Trentino a Casa de Zinc

‎"Ahora, centrémonos en el tramo que reescribe nuestra historia: la épica constructiva que va desde el límite con Lara hasta el Puente Gómez.


‎La Trasandina en Carache inicia en El Trentino, localidad que debe su nombre a la fuerte inmigración italiana de finales del siglo XIX. La presencia de apellidos como Di Giovanni y Santilli en la zona baja es una herencia directa de ese flujo migratorio que vio en la carretera una oportunidad.

‎Este tramo, desde El Trentino hasta Casa de Zinc, tiene una longitud de 28 kilómetros. Y la construcción fue una proeza.


‎A. Trazado y Plataforma

‎Los primeros 10 km, desde el Río Agua de Obispos hasta Río Villegas, fueron completamente originales, con un trazado nuevo y grandes rectas, demostrando un avance en la ingeniería vial.


‎En los 18 km restantes, desde Villegas hasta Casa de Zinc, la lucha fue contra la serranía. Se tuvieron que hacer taludes y cortes gigantescos para garantizar un ancho uniforme de 5 metros para la calzada, ajustándose a la ondulación del terreno.


‎B. La Batalla de los Puentes

‎La vía se abre paso y lo primero que enfrentó fue el caudal del Río Carache. La conexión se aseguró con estructuras robustas y con un plan de mejora progresiva:


‎Se construyeron puentes de mampostería (piedra con mortero) y viga armada en lugares clave como "Corralitos" (7 metros de luz), "Cumbe" (4 metros) y "Guacamaya" (6 metros).


‎ Se edificó el puente "Los Mosquitos" con concreto y viga de hierro.


‎Además, se instalaron 14 pontones provisionales de madera y muros secos (piedra sin mortero), con el compromiso de reemplazarlos por estructuras permanentes.


‎En cuanto a las obras de drenaje, se instalaron 88 alcantarillas de tubos de cemento, y 39 provisionales de madera que serían sustituidas.


‎Mención especial merecen los Puentes Inter-Estatales de Agua de Obispos y Villegas, que corresponden por igual a Trujillo y Lara. El Gobierno de Trujillo asumió la reconstrucción total del Puente Villegas, cuyo nombre se asocia al linaje de los encomenderos y al primer poblador de Trujillo, Luis de Villegas."


‎III. La Nueva Geografía Comercial (Integración del Ramal y el Eje)

‎"La carretera forjó un nuevo eje comercial.

‎Fue justo después del Puente Villegas donde apareció la primera estación de gasolina, seguida de la segunda bomba en el ramal de La Cuchilla. Este ramal, que nace de y para la Troncal 7, fue construido en 1926 por el presidente del estado Trujillo y enlaza Cuicas con La Cuchilla.


‎Este punto se convierte de inmediato en el primer eje comercial y sitio de residencia para los nuevos habitantes. Desde allí, la carretera forjó el desarrollo de comunidades: Pasamos por El Santero, atravesamos Valle Hondo (donde hoy vemos la capilla de la Virgen del Carmen de los Choferes), llegamos al Ramal de Cuicas, y arribamos a Casa de Zinc. ¡Aquí se instaló la tercera bomba de gasolina, haciendo de este sitio el punto obligado de parada de los autobuses, el encuentro, el café, la fonda! Toda esta nueva geografía culmina con el acceso a Palmarreales y en un lugar que resume el costo humano y la épica constructiva: el Puente Gómez."


‎IV. La Arteria Agrícola y el Sacrificio Humano

‎"Pero, ¿cuál fue el verdadero motor de la Trasandina en Carache? Fue la integración económica y agrícola.


‎Nuestra tierra, productora de café, caña de azúcar y tubérculos, estaba literalmente encerrada. La Trasandina se convirtió en la arteria vital. El café podía viajar desde nuestras montañas hacia los puertos en días, no en semanas. Esto no solo aumentó la rentabilidad para nuestros agricultores de la zona baja, sino que elevó la calidad del producto trujillano. La carretera no solo construyó asfalto; construyó un nuevo modelo de negocio agrícola.


‎El Héroe Anónimo: La Piedra del Preso


‎"No podemos hablar del Puente Gómez sin rendir honor a la memoria de la Piedra del Preso. Esta leyenda local, grabada en el kilómetro 34, es la metáfora perfecta del costo de la modernidad.


‎El coronel Salomón Yespica ofreció la libertad al preso que se atreviera a subir veinte metros y asegurara con guaya de acero esa roca gigante que amenazaba la estructura. De entre la cuadrilla de presos, Pedro Gudiño de Chejendé se atrevió.

‎Una vez completada su hazaña, desconfió de la palabra militar. En vez de bajar por su libertad formal, se marchó cerro arriba, abriendo su propio camino en la inmensidad de la montaña.


‎Esa piedra, amarrada por el deseo de ser libre, es el monumento más poderoso de Carache a la mano de obra forzada y al ingenio de quienes pagaron con su vida y su sudor, como ocurrió con los tres mil trabajadores que, se dice, murieron de malaria en la construcción del puente de Monaicito."


‎V. Contexto Geopolítico: Transandina vs. Panamericana

‎"Finalmente, no olvidemos que la Trasandina no es la única vía vital. Años después, la Troncal 1, parte de la Carretera Panamericana, se consolidó como un eje distinto, pasando por una ruta más al occidente y pie de monte. Esta arteria se completó con un impulso decisivo durante el gobierno de Marcos Pérez Jiménez.


‎La creación de la Parroquia Panamericana en 1995 (durante la gestión del alcalde Nixon Montilla), con sus comunidades como El Jobo, Zapatero y Santa Rosa, justifica y valida la influencia determinante de esta segunda vía en nuestra configuración administrativa. Hoy, localidades como Cerro Gordo se ubican estratégicamente entre ambas arterias, demostrando que el municipio Carache se asienta en una verdadera encrucijada vial histórica."


‎Conclusión

‎La Carretera Trasandina no es un mero objeto de museo; es un símbolo dual, vivo y funcional, de la modernización de Venezuela y del sufrimiento humano que la hizo posible. Para el municipio Carache, nuestra Troncal 7 significó el fin del aislamiento, forjando la zona baja como un eje comercial y productivo ineludible que aún hoy define nuestra economía. La proeza técnica—los puentes de mampostería, el nuevo trazado, la herencia de los inmigrantes italianos de El Trentino— se convirtió en un patrimonio de ingeniería y cultural.

‎No obstante, el recuerdo de Pedro Gudiño en la Piedra del Preso y las vidas perdidas a causa de la malaria, nos obliga a la reflexión más profunda. El progreso vial es inseparable de la historia política y de la dignidad humana. A cien años de su concepción, la Trasandina y su complementaria, la Carretera Panamericana, han consolidado a Carache como una verdadera encrucijada vial histórica, desde donde se entrelazan rutas, cultivos y comunidades. Preservar este patrimonio vial es preservar la memoria del sacrificio y la visión que permitieron que, por fin, nuestros rubros agrícolas pudieran tomar su rumbo, conectando a nuestra gente con el resto de la nación.

‎Bibliografía y Fuentes Consultadas

‎Paz y Trabajo} (1926) {Periódico Trujillano} [17 de abril de 1926, Año V, Núm. 260] Trujillo, Venezuela.

‎{Quevedo Terán, J. 1995 {Tierra de Bucare} [Obra monográfica sobre la historia y geografía del Estado Trujillo].

‎{Montilla, Nixon} (2025) {Exalcalde del municipio Carache (1995-1998)} [Fuente Oral: Entrevista personal con el autor] Carache, Estado Trujillo.

La Carretera Trasandina como eje geohistórico del estado Trujillo (1916–1925): reconfiguración territorial, política y simbólica Albarrán, M.

 La Carretera Trasandina como eje geohistórico del estado Trujillo (1916–1925): reconfiguración territorial, política y simbólica

Albarrán, M.

Cronista del Municipio Trujillo


Resumen  


Este estudio examina la influencia de la Gran Carretera Trasandina en la dinámica geohistórica del estado Trujillo durante su fase fundacional (1916–1925), con énfasis en la participación local previa a la intervención estatal gomecista. Mediante un enfoque geohistórico —inspirado en Tovar (1999, citado en Espinoza Marín, 2025, p. 69)— y una metodología descriptiva-documental, se analizan fuentes primarias y secundarias contenidas en los documentos conmemorativos del centenario (2025). Los resultados revelan que el tramo trujillano no fue una imposición centralista, sino una obra coproducida por los municipios de Valera, La Quebrada, Jajó y La Mesa de Esnujaque, quienes asumieron voluntariamente la construcción de sus respectivos segmentos entre 1917 y 1923. La vía, una vez inaugurada, operó como eje estructurante del sistema vial regional: “en Trujillo, los principales ramales carreteros fueron todas ramificaciones de la Gran Carretera Trasandina, que sirvió de eje a todas las demás” (Espinoza Marín, 2025, p. 1). Esta reorganización espacial consolidó a Valera como nodo logístico, generó nuevos asentamientos —como Villa Mercedes y el Campamento de Tafallez—, e integró la producción agrícola trujillana (trigo, café, chimó, cacao, entre otros) a mercados nacionales. Políticamente, la carretera debilitó el caudillismo local: sitios como Comboco, “refugio a los Araujo de Jajó, en las distintas confrontaciones… contra el gomecismo” (Espinoza Marín, 2025, p. 8), perdieron su carácter defensivo. Simbólicamente, la vía se incorporó al imaginario colectivo mediante leyendas (*Las Lloronas del Cumbe*, *La Mujer Vestida de Novia*) y eventos históricos, como el alzamiento del 11 de diciembre de 1946, gestado en *La Gallera de Chiquiao* (Espinoza Marín, 2025, p. 8). Se concluye que la Trasandina en Trujillo funcionó como dispositivo geohistórico que reconfiguró profundamente el territorio, no por decreto, sino por acción concertada de actores locales.


Palabras clave: Carretera Trasandina; geohistoria; estado Trujillo; caudillismo.


 Introducción  


La conmemoración del centenario de la Gran Carretera Trasandina (1925–2025) ofrece una oportunidad crítica para reevaluar su génesis y alcance más allá de la narrativa estatal predominante. Si bien la historiografía tradicional atribuye su impulso definitivo al régimen de Juan Vicente Gómez, los documentos primarios evidencian que su tramo trujillano emergió de una *voluntad regional de integración*, anticipada y materializada por actores locales antes de la llegada de presos gomecistas en 1923. Este trabajo se propone demostrar que Trujillo no fue un mero receptor de una política centralista, sino un agente activo en la producción del territorio moderno andino. Se adopta el enfoque geohistórico —entendido como el estudio de las interacciones entre espacio, tiempo y acción humana en contextos históricos concretos (Tovar, 1999, citado en Espinoza Marín, 2025, p. 69)— para analizar cómo la Trasandina reconfiguró las relaciones de poder, los flujos económicos y las representaciones simbólicas en el estado. El foco analítico recae en cuatro dimensiones indisolubles: la autogestión comunal del trazado Valera–La Raya, la jerarquización del espacio vial, la desarticulación del caudillismo y la emergencia de nuevas topografías de la memoria colectiva.


Metodología  

La investigación se fundamenta en el análisis crítico de fuentes documentales primarias y secundarias contenidas en los textos conmemorativos del centenario (2025), compilados por el cronista Jesús María Espinoza Marín (1988, 2025), quien a su vez recoge testimonios orales, actas municipales, periódicos locales y referencias de autores como Febres Cordero (1895), Picón Lares (1953), Briceño (2019), Cardozo (2005), Contreras (2005), Uzcátegui (1920–1925), Jhan (1911, 1923) y Zambrano (2025). Se aplicó una metodología descriptiva-documental, diseñada para identificar, categorizar y contrastar evidencias textuales según criterios geohistóricos. El instrumento principal fue una matriz de análisis cualitativo, organizada en cuatro ejes: (i) actores locales y formas de participación; (ii) transformaciones espaciales y logísticas; (iii) impacto socioeconómico y demográfico; y (iv) construcción de memoria y simbolismo territorial. Cada unidad de análisis fue triangulada con citas textuales y paráfrasis controladas, garantizando la fidelidad fuentes.


Resultados y discusión  


La génesis de la Trasandina en Trujillo se inscribe en un proceso de *autogestión regional* que precede claramente al decreto gomecista de 1923. Tras la fundación de la célebre Junta “Unión y Progreso” en Timotes (5 de septiembre de 1916), presidida por el Presbítero Buenaventura Vivas —cuya jurisdicción eclesiástica incluía desde 1908 a Jajó, La Quebrada y La Mesa de Esnujaque (Espinoza Marín, 2025, p. 52)—, se articuló una red de cooperación intermunicipal que permitió la división técnica del trazado. En enero de 1917, los concejos trujillanos asumieron responsabilidades específicas: “Valera construyó el tramo Valera–Quebrada de Cuevas; La Quebrada, asumió construir el tramo Quebrada de Cuevas–Quebrada de Averí; Jajó el tramo Quebrada de Averí–Villa Mercedes; y La Mesa de Esnujaque el tramo Villa Mercedes–La Raya” (Espinoza Marín, 2025, p. 37). Esta distribución no obedeció a criterios administrativos impuestos, sino a acuerdos negociados entre autoridades locales, clero y comunidades, con aportes concretos: La Mesa, por ejemplo, donó 750 jornales adicionales en febrero de 1917 (Espinoza Marín, 2025, p. 44). Tal nivel de coordinación refuta la idea de una obra unilateral y subraya la existencia de una *gobernanza territorial regional*, cuya lógica antecedió al centralismo gomecista.

Una vez inaugurada, la vía no se limitó a atravesar el territorio: lo reordenó estructuralmente. Espinoza Marín (2025) es explícito al afirmar que la Trasandina “sirvió de eje a todas las demás” vías trujillanas (p. 1), constituyéndose en el *eje vertebrador* del sistema vial estatal. Esta jerarquización generó una nueva geografía funcional: Valera se consolidó como nodo multimodal al integrarse al Ferrocarril La Ceiba–Motatán (Espinoza Marín, 2025, p. 56); surgieron espacios nuevos —como *Villa Mercedes*, creada en 1926 como bodega, gasolinera y restaurante (Espinoza Marín, 2025, p. 8)—; y se construyeron los *Puentes de Hierro N.º 1 a 4* en territorio trujillano (Quebrada de Cuevas, Comboco ×2, Villa Mercedes), hoy hitos patrimoniales (Espinoza Marín, 2025, p. 7). El trazado original, por las riberas del río Motatán (“por abajo”), respondió a un criterio técnico deliberado: prevaleció sobre la ruta por La Mocotí por su menor pendiente e inversión, según la propuesta nº 1 de Briceño (2019, citado en Espinoza Marín, 2025, p. 68). Así, la carretera no solo modificó el paisaje: lo *diseñó*.

El impacto político fue igualmente transformador. El aislamiento montañoso había sido históricamente un recurso estratégico del caudillismo local. Comboco, por ejemplo, “sirvió de refugio a los Araujo de Jajó, en las distintas confrontaciones y disputas políticas de las guerras civiles contra el gomecismo” (Espinoza Marín, 2025, p. 8), gracias a su ubicación impenetrable, que implicaba “salvar un desnivel y pasar el río Motatán” (Espinoza Marín, 2025, p. 8). La Trasandina anuló esa ventaja defensiva al permitir la movilidad estatal rápida, contribuyendo decisivamente a la estabilidad política regional. Paradójicamente, la vía también se volvió espacio de resistencia: en *La Gallera de Chiquiao*, frecuentada por galleros de múltiples pueblos trujillanos, “se gestó el alzamiento militar del 11 de diciembre de 1946”, liderado por el General Juan Bautista Araujo y el Coronel Miguel Corredor (Espinoza Marín, 2025, p. 8). La carretera, entonces, no homogenizó el poder: lo *reconfiguró*, permitiendo tanto su centralización como su disputa en nuevos escenarios.

Finalmente, la Trasandina se inscribió profundamente en la subjetividad colectiva mediante una *topografía simbólica* que mezcla memoria histórica, mito y experiencia vivida. Las leyendas recogidas por Espinoza Marín (2025) —como *Las Lloronas del Cumbe*, que “pedían la cola o el popular aventón” a conductores nocturnos, transformándose en seres diabólicos con “olor fuerte a azufre” (pp. 17–19); o *La Mujer Vestida de Novia*, que aparece en una curva entre El Rincón de La Venta y Las Bateas, rememorando un crimen pasional (p. 20)— no son meros relatos folclóricos, sino testimonios etnogeográficos de los riesgos reales del tránsito en una vía peligrosa y solitaria. Estas narrativas, transmitidas oralmente y fijadas en el paisaje vial, constituyen una *memoria encarnada* que da cuenta de la experiencia cotidiana de la modernización. Incluso los presos que construyeron el tramo andino dejaron huella en la memoria local: según Villarreal Araujo (citado en Espinoza Marín, 2025, p. 67), debían “esperar que el jefe diera la orden: ‘bolas al hombro’ y cada preso se echaba la pesada bola a su hombro”, ritual que se volvió parte del léxico popular.


Conclusión  

La Carretera Trasandina en el estado Trujillo no puede entenderse como una mera infraestructura de transporte. Operó como un *dispositivo geohistórico* —en el sentido foucaultiano de una red de relaciones que articula espacio, poder y conocimiento— que reconfiguró profundamente la organización territorial, las dinámicas económicas y las representaciones culturales. Su impacto no derivó de una imposición vertical, sino de una *coproducción* entre actores locales y el Estado: los pueblos trujillanos construyeron sus tramos antes de 1923; el gobierno nacional los integró, culminó el tramo andino y garantizó su sostenibilidad. Esta dialéctica entre iniciativa regional y acción estatal permitió superar siglos de fragmentación, integrar la economía agrícola local a redes nacionales, debilitar estructuras caudillistas y generar nuevas formas de pertenencia territorial. En suma, la Trasandina no solo atravesó Trujillo: lo *reinventó geohistóricamente*. Su centenario debe celebrar, entonces, no solo la ingeniería, sino la voluntad colectiva que logró integrar lo que la geografía había separado.



Referencias  


- Briceño, P. (2019). *Memorias y Vivencias*. Universo Gráfico.  

- Cardozo, A. (2005). *Crónica histórica de Trujillo*. Citado en Espinoza Marín (2025).  

- Contreras, B. (2005). *Trujillo en la era del automóvil*. Citado en Espinoza Marín (2025).  

- Espinoza Marín, J. M. (1988). *Las vías de comunicación terrestre: Tramo carretero Timotes-Valera, 1916–1925* [Tesis de grado, Universidad de Los Andes].  

- Espinoza Marín, J. M. (2025). *La Trasandina, una huella centenaria*. STIMOTS.  

- Febres Cordero, T. (1895). *Descripción geográfica del Alto Páramo*. Citado en Espinoza Marín (2025).  

- Jhan, A. (1911). *Informe de la Comisión Exploradora del Occidente*. Citado en Espinoza Marín (2025).  

- Jhan, A. (1923). *Altura de Timotes*. Citado en Espinoza Marín (2025).  

- Picón Lares, E. (1953). *Revelaciones de antaño* (Tomo II). Editorial Cultura.  

- Tovar, R. (1999). *Geohistoria de Venezuela*. Citado en Espinoza Marín (2025, p. 69).  

- Uzcátegui, A. (1920–1925). *Mensajes ante la Asamblea Legislativa del estado Mérida*. Citados en Espinoza Marín (2025).  

- Villarreal Araujo, E. (s.f.). *Crónicas de Timotes*. Citado en Espinoza Marín (2025).  

- Zambrano, M. (2025). *Caminando la Carretera Trasandina* [Proyecto documental]. Citado en Espinoza Marín (2025).

jueves, 27 de octubre de 2011

Carache Estado Trujillo

Intersección La Cuchilla Municipio Carache . Alcabala de la Guardia Nacional y Bomba de Gasolina.
 Foto Cortesía  Luis Darió Rodríguez 

Dr Nemesio Sáez
El resurgimiento de la agricultura y de la cría y la construcción de la gran carretera trasandina pueden considerarse como obras trascendentales durante el régimen del Gral. Juan Vicente Gómez en el Estado Trujillo. La trasandina fue decretada el 19 de abril de 1923, con el fin de conectar al país, con el norte de Santander en la República de Colombia como un homenaje al padre de ambas patrias, el Libertador Simón Bolívar y contribuir acertadamente al progreso de los Estados Andinos y vincularlos al resto del territorio Nacional. No faltaron a quienes se opusieran a este tipo de proyectos que veían en ellos descomposición y trastornos en la vida apacible y rutinaria de sus pueblos. “Los automóviles, lejos de traernos el buen progreso, nos traerán los vicios de las ciudades” decía el Dr. Nemesio Sáez con motivo del decreto del Ramal desde la cuchilla, opinión semejante a la de Don Fortunato piedra Villegas y otros miembros de la comunidad. Desde los límites con el Edo Lara, hasta La Quebrada de  Durí en los límites con Mérida, la carretera tiene 144 kms. Con 300 metros de longitud. Lo correspondiente a Carache desde el Trentino (límite con Lara) hasta Monaicito son 50 kms.

Casa de Zinc

Casa de Zinc el sitio obligado de parada de los buses de la ARC, famosa línea de transporte que cubría la ruta desde el Centro  a San Antonio del Táchira estaba en el kilómetro 27.

La capilla de la “Virgen del Carmen de los choferes”, fue construida a final de la recta de Valle Hondo, al comienzo de la bajada hacia Casa de Zinc, según la tradición por el sobreviviente de un volcamiento en ese lugar donde perdieron la vida otras personas, en cumplimiento de una promesa a la Virgen. Es costumbre de los conductores detenerse en el sitio para encender una vela a la imagen que allí se venera y rogar por un viaje venturoso.
La capilla de "La Virgen Del Carmen" Foto Actualidad  Cortesía Julio Cañizalez  http://www.panoramio.com/user/2154516
A su paso para el Táchira el Gral. Eleazar López Contreras se detuvo algunas horas en Casa de Zinc, a donde concurrieron vecinos de Cuicas y Chejendé quienes de antemano sabían del paso del mandatario por el lugar y aprovechar para hacerle los planteamientos de rigor. En 1925 continúa la vía de Casa de zinc hacia los Llanos de Monay, más tarde se construyen los ramales de Cuicas y Chejendé con 10 y 15 kms  de longitud. En el kilómetro 34 fue necesaria la construcción de un puente sobre el río Carache, que nace en el Jabón del Norte y desemboca en el Motatán, esta estructura lleva el nombre de Puente Gómez, para honrar al Benemérito,
Puente Gómez
 famosa además por la odisea del preso común de apellido Gudiño quien según la tradición aseguro guayas y mescla real la piedra que a punto de caer sobre el puente y la gente que allí laboraba sobresale amenazante a más de veinte metros de altura. El capataz de la obra coronel Salomón Yéspica, ofreció la libertad al preso que se atreviera fijar dicha roca y este arriesgo su vida, logrando salir airoso y por la empinada roca, sin demora se marcho abriendo el camino de su libertad.

Óleo Tomás godoy

Piedra del Preso


La Trasandina fue inaugurada en San Cristóbal por el Gral. Juan Alberto Ramírez totalmente terminado en 1929 presidente del Estado Táchira. Durante el mandato del Gral. Vicencio Pérez Soto en 1926, la carretera llega a Monaicito, aun en territorio de Carache y se inicia “La construcción del Trágico puente sobre el rio Monaicito, ubicado en una zona infectada de Malaria. Fallecen al pie de la obra tres mil trabajadores”. En 1927 entre las obras en ejecución está la carretera de Carache a la Trasandina. Se da por concluida la obra que más vidas costara al pueblo Trujillano, el puente de Monaicito, indicado durante la administración del General Pérez Soto, una creciente del rio lo destruye en 1927; ahora se pone en servicio. La mayor de los obreros mal alimentados y peor asistido contraían fiebres fulminantes y al poco tiempo morían, nuevas cuadrillas reemplazaban a los caídos y tornaba a repetirse la periódica tragedia. Se cuenta que quienes no eran presos enviados a trabajar en la obra, llevan amarrados en fila entre soldados a humildes campesinos que sacaban a la fuerza de los campos y conucos aledaños, como si fueran  condenados al cadalso. La furia de la malaria que azoto esta zonz hoy día productiva y prospera fue detenida y exterminada por la sabiduría y fortaleza moral del coterráneo Arnoldo Gabaldon Carrillo quien libro a Venezuela de la peste del paludismo.
                          
        Carache contaba antes de la construcción de estas carreteras, con caminos que la comunicaba con Trujiillo en una de 51 kilometros, con agua de obispo 79 kms, a Humocaro 101 kms. Y el Tocuyo 129 kms. Por la vía de Burbusay se comunicaba con Boconó, Portuguesa y Barinas. Para esta feche se construyeron los díques de la Calera y el Zanjón  Chávez en la población de Carache.
La presencia del gobierno y el respeto al mismo se evidenciaban por el temor a pagar condenas donde debían trabajar en las obras ´para la comunidad, en el año 25 y vaya como ejemplo, sólo se registran en todo el Estado tres (3) muertes por techo de sangre e siete lesionados.

Foto Actualidad Cortesía Julio Cañizalez  http://www.panoramio.com/user/2154516

Intersección La Cuchilla, via Carache, Cuicas y Chejende 

Foto Cortesía Julio Cañizalez  http://www.panoramio.com/user/2154516


Foto Cortesía Julio Cañizalez  http://www.panoramio.com/user/2154516

Foto Actualidad Piedra del Preso 
Fuente bibliográfica 
Terán Quevedo, Jesús. Crónicas de Carache
Reseña de Autor:
 http://jesusquevedoteran.blogspot.com/2010/11/autor-jose-gregorio-torres-delgado.html
Registro Fotográfico
Cañizalez, Julio
Rodríguez, Luis darío
Cañizalez, Carmen Lola
Sitio Web Consultado
 http://www.panoramio.com/user/2154516